lunes, 15 de septiembre de 2008

मुजेरेस DESNUdas

Algunas noches, cuando hay luna llena y el cielo está claro, me acerco a esa ventana, miro afuera y veo sombras moverse por la calle. Solía considerar que se trataba de perros. Sólo más tarde me di cuenta de que eran mujeres con las tetas y los genitales al aire. Algunas noches, muy tarde, al conducir por la carretera, he debido apartarme bruscamente o frenar, y a la luz de los faros he visto a varias mujeres en pelotas avanzando rápidamente a gatas entre la niebla con trapos rojos en la boca y sólo cuando vuelvo a esta casa mía comprendo que los trapos rojos son penes humanos. Es algo a lo que debe uno acostumbrarse si vive en este pueblo.

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